Ingredientes
- 150 gramos de avellanas tostadas y peladas
- 500 ml de leche entera (para intolerantes a la lactosa, se puede usar la de Kaiku)
- 200 gramos de azúcar
- 3 yemas de huevo (si los huevos son XL, puede que baste con 2)
- 1 cucharadita de cacao sin azúcar
- media cucharadita de esencia de vainilla en polvo (si es líquida, la dosis es una cucharadita, no más)
- Una pizca de sal
- 1 cucharada de licor de avellanas (opcional, yo no se la pongo)
Preparación:
Lo primero que hay que hacer es machacar
los frutos secos. Para ello es recomendable usar una picadora, cuyas
cuchillas son más resistentes que las de la batidora, pero si no
tenemos, con cuidado y paciencia lo podemos hacer con ésta. El tiempo
que nos llevará convertir las avellanas en una pasta será de unos diez
minutos. El fruto tiene que pasar de estado sólido, a polvo y luego a
crema. Es posible que incluso se vea como se empieza a separar el aceite
de la pasta. Una vez conseguido, lo reservamos.
Del medio litro de leche, separamos medio
vaso de agua y ponemos el líquido restante en una cazuela
antiadherente. Echamos el azúcar, la vainilla y el cacao y lo removemos
bien. Su misión es hervir. Mientras tanto, mezclamos las yemas de huevo
con la leche restante. Cuando la mezcla al fuego alcance el punto de
ebullición, lo retiramos del fuego hasta que temple y añadimos las yemas
y la leche removiendo sin cesar. Lo volvemos a poner al fuego y dejamos
que espese. Serán unos cinco minutos más o menos.
Una vez que hemos conseguido una crema
muy ligera, sacamos del fuego y le añadimos la pasta de avellana y una
pizca de sal (si queremos, también es el momento de poner el licor de
avellana), removemos bien y los ponemos en un recipiente a que enfríe,
para luego llevarlo a la nevera. Es conveniente que esté fresco para
seguir trabajando. Yo lo suelo dejar de un día para otro.
http://adf.ly/sDZFv
Una vez a la temperatura adecuada,
sacamos la heladera, la ponemos en funcionamiento y vertemos la crema.
En mi aparato tarda entre 30 ó 40 minutos en montarse adecuadamente. Con
la textura ya conseguida, lo guardamos en un tupper en el congelador
hasta la hora de consumir. Es recomendable sacarlo cinco minutos antes
de consumir para que adquiera mejor textura.
Si no tenemos heladera (la mía es del
Lidl y fue muy barata), tendríamos que meter la crema en el congelador y
batirla cada veinte minutos o media hora durante las dos primeras para
evitar que cristalice. Es más engorroso y da más trabajo, pero también
queda bien.
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